domingo, 1 de junio de 2008

José Fernando Velásquez Carrera, In Memoriam

A Fernando Velásquez Carrera,
que pensaba demasiado...

Desperté sin creerlo. Me dijeron que habías muerto, pero quise creer que todo fue sólo un mal sueño. La noticia estaba allí, pero quise creer que era un engaño, un juego, una broma, un malentendido... y que cuando todo se aclarara íbamos a reírnos del asunto.

Y no quiero creer que todo se haya derrumbado, que ahora sos nada más un recuerdo. No quiero ir a buscarte para platicar con una lápida, una piedra, la nada, el vacío. No quiero llorar por vos, porque no quiero que estés muerto.

Sin embargo, poco a poco, he ido comprendiendo. Aún no he visto tu casa vacía, tu guitarra huérfana, tus anteojos puestos por allí, olvidados para siempre sobre el cerro de libros que ya no vas a leer, ni quiero creer que eso sea lo único que queda de tu alegría. Pero los amigos me aseguran que es cierto.

Te dolía demasiado la vida. Eran una misma cosa, la vida y el dolor. No pudiste separarlas, y ahora que te has ido, nos dejaste el dolor, pero también nos dejaste la vida. Oigo las zambas que tanto te gustaban y revivo las alegrías y las tristezas de los momentos compartidos. Y quisiera poder cantarte, como en aquella zamba:

No sé si ya lo sabrás: Lloré cuando vos te fuiste...
Pero yo no sé cantar como vos lo hacías. ¡Cómo me vas a hacer falta, querido amigo!

Siento la fuerza con la que tocabas la guitarra y te imagino ahora tocando y cantando con las personas que amabas, más allá de la muerte, más allá de la vida, más allá del dolor.

Tal vez algún día este país ingrato se entere de lo mucho que lo quisiste y de lo mucho que hemos perdido. Tal vez los que nunca notaron tu presencia puedan notar tu ausencia, ahora que esas cosas ya no te importan.

Tal vez algún día nos encontremos de nuevo. Descansá, mientras tanto, porque vamos a tener mucho de que platicar.

2 comentarios:

Silvia Elena Regalado dijo...

Hola Gustavo, un placer leerte. Abrazos. Silviaelena

Edgar dijo...

Hola. Yo también sé lo mucho que perdió este país con la muerte del Dr. Velásquez, el fue mi profesor de Filosofía del Derecho, el curso más importante de la carrera, pero el más menospreciado. Me dolió enterarme de la muerte del Dr., quizá el único buen profesor en la Facultad en los últimos años, preocupado por la ciencia, por el avance de la ciencia jurídica.