Esta semana mandaron uno para medir el "IQ verde" de las personas, lo que podríamos llamar su inteligencia ecológica, el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes que habilitaría a una persona para reducir su impacto ecológico y ser más amigable con el ambiente y, por tanto, con los congéneres.
Y el resultado fue que soy un "Gigante Verde", pero no como Hulk, sino como el de las latas de arvejas, espárragos, maíces dulces o verduras mixtas. De acuerdo al cuestionario, tengo una inteligencia ecológica bien desarrollada. Esto tiene toda una serie de implicaciones:
Primera, le da un empujón a mi autoestima, porque siento que de alguna manera "me puse al día" puesto que ni yo ni mis coetáneos fuimos educados con mentalidad ambientalista, ecologista, ni nada que se le parezca. Nuestra relación con la naturaleza estaba definida por las siguientes
Reglas para relacionarse con su entorno natural
- Si se topa con un animal pequeño e inofensivo, como una cucaracha o una lagartija, mátelo.
- Si se topa con un animal grande y/o peligroso, como un león, una culebra venenosa, un sapo lechoso o un gusano de calentura, no lo toque (pero, si puede, mátelo.)
- Si se topa con cualquier otra cosa dentro de la naturaleza, haga lo que se le dé la gana. El hombre es el rey de la creación.
Segunda, me preocupa no saber qué es lo que tiene que hacer un gigante verde para justificar semejante status. Uno ve que los activistas de Green Peace hacen cosas verdaderamente temerarias, como encadenarse a las hélices de los barcos destinados a botar basura en el Golfo de Cádiz, volar en globo sobre los sitios en los que se sospecha que gobiernos ecológicamente malcriados --como el de Francia-- pretenden realizar pruebas nucleares, o meterse entre los balleneros japoneses y las ballenas en minúsculas balsas para estorbar la cacería de los cetáceos. Pero yo no puedo hacer eso, sobre todo lo último, porque quién sabe si la balsa me aguantaría, y además podrían confundirme con la ballena y hacer un tiro directo. Yo estoy registrado en Green Peace como un humilde ciberactivista, alguien que gasta sus ojos y sus neuronas frente al computador distribuyendo información importante en vez de re-enviar a ciegas empalagosas presentaciones de powerpoint con pajaritos y atardeceres, que primero te desean lo mejor y después te amenazan feamente y te dicen que si no le mandás el mensaje a no se cuántas personas en los próximos 10 segundos, se te va a morir la mascota o se te van a caer los dientes o te va a pasar alguna cosa horrenda. Pero yo no sé si ser ciberactivista es suficiente para ser todo un gigante verde.
Y tercera, que necesito saber si hay otros gigantes verdes por los alrededores, para ponernos de acuerdo y emprender alguna acción concreta, que haga un cambio importante para mejorar, o por lo menos no empeorar, el ambiente en el que vivimos. Si ven alguno, por favor me avisan...