jueves, 16 de julio de 2009

Aquí no Pasó Nada

Impresiones de un centroamericano
navegando en las honduras de Honduras (2)


Y era el Halach Uinic Emerson, el maestro de las quijadas hundidas que desde algún rincón olvidado disparaba el balaso que mataba a uno de los acompañantes anónimos del cortejo. Pero nadie sabía ésto, maestro, nadie sabía que él, porque desde la distancia y desde la altura del francotirador, ya vas que no se podía saber. Aiá abajo, aiá abajo sólo se veía quiún maestro caía muerto en plena caie...

Arturo Arias (en ITZAM NA)


Aquí estoy, trabajando en mi casa porque la Universidad está cerrada. Seguiré aquí todo el día, porque también la Universidad Pedagógica, donde trabajo por la tarde, fue tomada ayer por uno de los frentes estudiantiles. Habíamos regresado a las labores el lunes pasado, después de dos semanas de suspensión por el golpe de estado que que ha hecho que el mundo entero sepa dónde queda Honduras.

Hace un rato oí que, desde el otro lado del río, en la carretara del sur, como a 1 km de mi casa, un grupo de liberales gritaba el ya desgastado pero todavía efectivo estribillo de "el pueblo, unido, jamás será vencido". La carretera, al igual que la que va al norte y algunas otras, está tomada en repudio por el golpe.

Y además de quedarme aquí todo el día voy a tener que estar aquí toda la noche, porque el toque de queda está nuevamente vigente, después de una breve interrupción para que el mundo supiera que aquí todo está en calma.

Menos mal que no ha pasado nada. Eso es lo que dicen en el canal 8, antes incondicional del presidente Zelaya y ahora incondicional de Mitch-eletti y su combo. También lo dicen los 4 "periódicos grandes", los noticiarios, los niños bien que toman capuccino en alguno de los malls que hacen de la vieja Tegucigalpa una "ciudad moderna", y otras personas que prefieren la solución del avestruz y están dispuestos a creer cualquier cosa con tal de que su pago salga a tiempo y suspendan el toque de queda los fines de semana para poder salir a parrandear.

Por ratos yo también quisiera creer que no ha pasado nada. Pero ¿Qué hacer, si he sido formado para no negar lo hechos, analizar y pensar, no decir mentiras para justificar lo injustificable, no dejarme asustar por el petate del muerto, y no aceptar como "verdad" las retorcidas proposiciones de pícaros que creen que su investidura los autoriza a mentir al servicio de don dinero?

Sigo pensando que ha pasado algo, y que si no reaccionamos va a pasar algo peor.


Nos han dicho que todo tiene explicación, que sólo la gente malpensada y tendenciosa anda buscándole chiches a las culebras y mangas a los chalecos, que lo que tienen que hacer es trabajar para mantener ocupada la cabeza en vez de estar imaginándose cosas. Que nos dejemos de inventos y habladas y que ayudemos a mostrar "la verdad" en vez de andar creyendo lo que dicen esos que ni siquiera han estado en Honduras y ya se inventaron eso del golpe y que, por casualidad, son el resto del mundo.

Yo creo que se me está secando el coco, porque no termino de entender explicaciones tan lógicas como estas:

¿Los apagones? eso es normal aquí, por alguna casualidad el apagón fue general, se inició cuando secuestraron al presidente, y terminó cuando el congreso se aprestaba a aceptar su carta de renuncia (lástima que fuera falsa).

¿El bloqueo de la señal de los noticiarios internacionales? esos son problemas técnicos, las compañías de cable no dan buen mantenimiento a sus equipos, y por otra casualidad dejaron de llegarnos los mismos canales, a la misma hora, en todas las compañías de cable.

¿Las manifestaciones, de los perfumados por un lado y la chusma por el otro? Bueno, la gente tiene que aprovechar cuando sale el Sol, parece que la población por fin ha entendido que el ejercicio es bueno, de paso desarrollan su vocación artística pintando carteles y demuestran que en Honduras no todos somos analfabetas al escribir letreros en las paredes.



¿El cierre del aeropuerto de TGU? Estas pistas necesitan mantenimiento; los camiones estaban en la pista para garantizar que estuviera en buenas condiciones cuando el presidente Zelaya viniera a entregarse a la justicia, lástima que no avisó con anticipación. Si el año pasado lo cerraron sólo porque un avión de TACA se salió de la pista y hubo como cinco muertos, con mayor razón debe cerrarse para evitar el baño de sangre sutilmente ofrecido por el cardenal.

¿El cierre de canales de radio y televisión? Tan llorones, tienen un montón de canales en el cable, ni los miran todos, y ahora se quejan por uno.

¿La detención preventiva de periodistas y caricaturistas? Seguro que se le perdieron a la mujer para hacer alguna picardía y ahora le quieren echar la culpa al gobierno, siempre le echan la culpa al gobierno...


¿Los soldados armados por todos lados? La tropa tiene que salir, si se pasan encerrados en los cuarteles se van a volver haraganes, cómo va a ser malo que salgan a darse un aire; los fusiles se oxidan si no hacen un tirito de vez en cuando, imagínese que no puedan disparar cuando nos invadan los venezolanos...


¿El toque de queda? Para que la gente se acueste temprano, después no se quieren levantar para ir al trabajo o al estudio.

Sólo una de las tantas explicaciones que me han dado parece ser verdad. Me entristece profundamente que venga de un amigo. Por lo menos tiene el mérito de la honestidad:
Creo en la violencia; se logró lo que queríamos, que era detener a Mel para evitar que entregara el país a Chávez. Me importan un pito las leyes, y la constitución se la pueden pasar por el forro. Mel se jodió y Chávez también ¡viva Honduras!
Y porque demasiados "piensan" así, con las tripas y no con los sesos, más por miedo y odio que por algún sentimiento noble, no se ve la luz al final del túnel. Pobre Honduras, pobre...

Talvez hubiera sido mejor que no pasara nada, de verdad, ya no queremos ni las mentiras de unos ni el llanto de los otros. No queremos tener miedo, no tenemos miedo. Sólo queremos vivir...

y decir: aquí no lloró nadie,
aquí sólo queremos ser humanos
comer, reír, enamorarse, vivir,
vivir la vida y no morirla.

Otto René Castillo (1930-1967)



(Todas las fotos fueron tomadas por César Fernando Ponce Mejía)